Colegio Timón
By Joian Llorca
Joian Llorca is a teacher and administrator in the Spanish Adventist Union (UAE). He worked at the Colegio Urgell in Barcelona for 20 years. He served as director of the Youth Department of the UAE, the Education Department of the UAE, and the Children’s Ministries of the UAE. For 15 years, he was in the management of Colegio Timón and had the privilege of coordinating the construction work and the move to the new building. Currently, he serves at Colegio Timón as a primary school teacher.
First Published: December 25, 2020
El Colegio Timón, un colegio adventista de primaria y secundaria en Madrid gestionado por la Unión Adventista Española.1
Fundación del Colegio
El Colegio Timón inició su programa educativo en 1962, en las mismas instalaciones que la Iglesia Adventista adquirió en 1945 en la calle Alenza 6 de Madrid.2 Era la época de la dictadura política franquista, que apoyaba el dominio nacional del catolicismo y el antiprotestantismo radical. Inesperadamente, las autoridades educativas y civiles de la época toleraron su presencia. La primera clase tenía 20 alumnos. Los primeros profesores fueron Fernando López y Gloria Cruz.
Compromiso conjunto
Desde el principio, el compromiso de los adventistas españoles con el colegio fue fuerte: la AICASDE (por sus siglas en inglés, ahora Unión Adventista Española) lo apoyó activamente bajo el liderazgo de su presidente Ángel Codejón. Además, las familias adventistas pagaban al principio altas cuotas por la educación de sus hijos e incluso recorrían largas distancias para llevarlos al colegio. Los pastores de las iglesias de Madrid y de otras zonas de España hacían donaciones mensuales al Colegio Timón. Todos ellos estaban convencidos de que la educación adventista era la forma más provechosa de evangelizar. La dedicación y devoción del personal del colegio por su visión fue (y sigue siendo) también un gran factor para mantener la institución educativa.
Un papel histórico en medio de la dictadura franquista
Un consejo formado por pastores representantes de las familias y profesores dirigía la escuela en una época en la que la gestión tendía a concentrarse en manos de una sola persona. Los métodos de enseñanza eran coeducativos aunque la segregación por sexos era la norma dominante. El aprendizaje colaborativo fomentaba el espíritu de equipo en contraste con el estilo común de las clases en español. La decisión de enseñar inglés y otros idiomas en una España más bien autocrática y conservadora fue histórica. La integración de la fe en todas las materias curriculares contrastaba con el fuerte ateísmo de la sociedad de la época y el cristianismo nominal. Todos estos aspectos de una pedagogía más bien moderna tardarían más de 30 años en llegar a otras instituciones educativas del entorno.
Historia de la Escuela
- 1945 Adquisición del edificio de la iglesia/oficinas del ICA/seminario en la calle Alenza 6.
- 1962 Apertura del Colegio Timón: primera clase con 20 alumnos.
- 1967 Traslado a la iglesia de Vallecas para ampliar las instalaciones mediante la remodelación de la primera planta y el sótano.
- 1968 Adición de la cuarta planta y la terraza superior.
- 1972 Remodelación de la tercera planta.
- 1980 Clasificación provisional como escuela primaria y designación formal como escuela infantil.
- 1981 Subvenciones estatales (“Convenio Educativo”).
- 1986 Autorización como escuela primaria: convenio educativo completo con el estado para la educación primaria.
- 2004 Autorización como centro de enseñanza preescolar, primaria y secundaria: acuerdo educativo con el estado para las tres etapas.
- 2005 Traslado a la ubicación definitiva en la calle Rusia con 327 alumnos de 12 nacionalidades diferentes y 21 profesores.
Cuatro grandes factores de éxito
Un punto importante en el éxito de la escuela ha sido su filosofía y enfoque educativo. Se basa en la convicción de que la mayoría no siempre tiene razón y que los pilares de la verdadera educación se encuentran en la Palabra de Dios y en los consejos del Espíritu de Profecía.
El segundo factor crucial para el establecimiento de la escuela fue su legalización a pesar de las constantes presiones para su cierre. Luis González, director en el momento de la acreditación por parte de las autoridades educativas, recordaba más tarde:
Cuando iba a entregar al inspector el informe de fin de curso exigido, para que firmara los libros oficiales de la escuela, o a pedir otros para los nuevos alumnos de la escuela primaria, todo era un misterio. Me preguntaban: '¿Y quién es usted que no aparece en nuestros registros...? Pero se callaban y firmaban... ¡Y otro año más bajo la protección del Señor!3
En varias otras ocasiones se produjeron encuentros similares.4
El tercer factor importante fue el acceso a las subvenciones estatales en 1981, actualmente conocidas como el Convenio Educativo. El Estado empezó a pagar los sueldos de los empleados y una parte de los gastos de funcionamiento, lo que hizo, y sigue haciendo, que la educación adventista sea asequible para todos los alumnos y todas las familias de la Iglesia en Madrid. Posteriormente, las autoridades concedieron la aprobación y autorización educativa plena.5
El cuarto gran paso fue el traslado a la nueva sede de la calle Rusia, en 2005. Al igual que en la anterior sede, el colegio contó con el apoyo de las iglesias, el compromiso de las familias y el liderazgo de la Unión Adventista Española en la financiación y en las complejas e innumerables gestiones que conlleva un proyecto de tal magnitud. El colegio construyó un edificio de aproximadamente 6.000 m2 para albergar un moderno centro educativo, adosado a la mayor iglesia de la Unión Adventista Española. Cuenta con espacios amplios y luminosos, grandes ventanales, y está dotado de la última tecnología para mantenerse a la vanguardia de la educación cristiana. Durante los primeros 45 años se habían ido añadiendo y remodelando aulas al antiguo colegio de la iglesia de Alenza. Siempre se había enfrentado a déficits, a veces graves, por lo que el personal y los alumnos siguen estando contentos con el “Nuevo Timón”. 6
Entre estos grandes hitos, la comunidad escolar experimentó con frecuencia lo que les parecía verdaderos milagros: la multiplicación de los recursos cuando parecían agotados; la llegada de donaciones especiales en momentos cruciales; el apoyo de las iglesias que veían a la escuela como algo propio; las familias que confiaban a los profesores la educación de sus hijos sin importar las distancias, el tiempo y el esfuerzo; y el personal comprometido y dedicado al servicio. En 2020, la escuela florece y se adapta a los nuevos retos para los años venideros.
Directores de escuela
Fernando López (1962-1969); Raúl Vázquez (1969-1970); Manuel Adán (1970-1971); Vicente Rodríguez (1971-1972); Esteban López (1972-1974); José Martínez (1974-1978); Luis González (1978-1987); Juan Carlos Pulleiro (1987-1989); Luis González (1989-1990); José Aniorte (1990-1998); Ana Lugo (1998-2000); Paz Establés (2000-2004); Joan Llorca (2004-2017); Ana Lugo (2017-actualidad).
- Este artículo ha sido traducido del inglés por Gabriela de Sousa Matías.↩
- Debido a las circunstancias políticas del franquismo, a los tumultuosos tiempos posteriores y a la juventud del colegio, la historia adventista del Colegio Timón depende de la memoria del personal que ha servido a Dios desde sus aulas. Joan Llorca ha recopilado las memorias y percepciones de los anteriores directores y ha añadido su experiencia como responsable de educación de la Unión Adventista Española y como directora del Colegio Timón. La memoria colectiva y las tradiciones orales, en las que se basa este artículo, son historias vividas.↩
- Luis González, mensaje de correo electrónico al autor, 27 de septiembre de 2020.↩
- De nuevo de la memoria de Luis González: "Recuerdo que, en un momento dado, un inspector quiso acabar con "esa anomalía" que era para él la existencia de la Escuela de Timón. Hubo entonces un cambio de inspector. Y el nuevo tocó el timbre un día, sin avisar, y le acompañé a todas las aulas e instalaciones. Permaneció en silencio y me temí lo peor. Vino con las instrucciones de su compañero para inspeccionar la escuela y argumentar su cierre. No dijo nada... hasta que se acercó a la puerta para despedirse. Me dijo: 'Esto es vergonzoso'. Me asusté, pero añadió para mi alivio: 'Quiero que sepas que haré todo lo posible para resolver esta situación'. Hay muchos colegios concertados en condiciones mucho peores, y no voy a consentir esta discriminación contra ustedes sólo por ser protestantes'. Dicho esto, me estrechó la mano y se marchó".↩
- Para más detalles, consulte la sección "Historia de la Escuela" de este artículo.↩
- El proceso de construcción, financiación y traslado al otro extremo de la ciudad fue complejo. Algunas familias vendieron sus casas para comprar otras cerca de la nueva escuela. Otras se desplazaron más de 100 km cada día. A pesar de las enormes y aparentemente insuperables dificultades, el personal, los alumnos y sus familias fueron guiados y sostenidos por Jesús a lo largo de los años.↩